Límites con nuestras mascotas

Hay una línea delgada entre brindar cariño a tu mascota e integrarlos a la familia, a tratarlos como un humano más; a esto se le llama antropomorfizar, que es atribuir comportamientos humanos a una especie completamente distinta.

Los siguientes protocolos pueden ayudarte a la sana convivencia de tus mascotas en el hogar, sin sentir que los excluyes pero sin confundirlos con actitudes humanas y que permitan su desarrollo natural:

Dormir: debes tener control de higiene alta si duerme contigo, lavar bien sus patas y pecho, además de tener en cuenta la cantidad de pelo que desprenden. Lo recomendable es que tengan su propia área de dormir.

Comida: por higiene se recomienda no compartir utensilios y por nutrición de tu mascota no le des de tus alimentos. Establece horario y lugar para comer.

Necesidades: establecer un lugar con periódico o cartón donde haga sus necesidades básicas, puedes educarlo a partir de los dos meses de edad y reconocer los horarios de peligro que son: después de comer, jugar y despertar.

Higiene: no compartimos pelaje ni pH, por eso es importante que tengan su propio shampoo, estropajo, cepillos así como su tina de baño. Desparasitación y vacunación correcta es indispensable para la salud e higiene mutua.

También se enferman

Es necesario conocer las conductas habituales de tu mascota y realizar visitas al veterinario al menos dos veces al año. La enfermedad de Carré o moquillo, cáncer de mama en hembras y de testículos en machos, diabetes en razas pequeñas y gastroentéricas en todas las razas y edades son los padecimientos que de acuerdo a médicos veterinarios ocasionan mortandad por no tratarse a tiempo. Cada enfermedad tiene síntomas específicos pero de acuerdo a los expertos los cambios de humor, la falta de apetito y dormir prolongadamente, siempre son signos de alerta.

Al acariciar a tu mascota debes estar atento a la aparición de masas extrañas, ayuda a detectar a tiempo tumores cancerígenos, la esterilización es otro factor que disminuye el riesgo.
Hay padecimientos que estamos acostumbrados a ver en humanos, pero que perros y gatos también pueden presentar:

Labio leporino: este rasgo congénito se presenta desde su gestación, al igual que en humanos y puede ser tratado con cirugía.
Celiacos: perros y gatos que son alérgicos al gluten pueden presentar desde gases cuando ingieren alimentos con este ingrediente, hasta inflamación extrema.
Hidrocefalia: en las más avanzadas presentan cráneo agrandado y ojos saltones; hay grados que son difíciles de detectar hasta que el animal tiene conductas atípicas, camina extraño o hasta puede presentar convulsiones.
Síndrome del perro nadador: defecto congénito que se presenta en las articulaciones, los perros nacen y se desarrollan con posición de nadadores. Es tratable con rehabilitación física.

Fuente: M.V.Z. Francisco Munguía y Luis Torres, docentes de la UdeG.