Vivir es como un viaje de mochilazo

Hace algunos meses me toco entrevistar en plena autopista a un grupo de jóvenes, hombres y mujeres que vivirían unas vacaciones conocidas como “De mochilazo”, entre todos apenas juntaban más de $100 pesos y llevaba cada uno en su mochila solo lo necesario, un cambio de ropa, algunas latas de atún o sopas instantáneas. No se pueden llevar muchas cosas en un viaje tan extremo.

Sin embargo ¿Has notado que a los seres humanos nos gusta cargar con cosas innecesarias?

Te ha pasado que te vas de viaje y llevas un tremendo maletón, estas metiendo tu ropa y estás pensando en un cambio para cada día de tu viaje, y llevas uno o dos cambios extras “por si las dudas”. Al final te das cuenta de que te llevaste ropa nada más a pasear y ni siquiera la utilizaste.

Es increíble cómo nos gusta cargar cosas innecesarias.

Ahora, creo que todos los seres humanos tenemos una mochila que no se ve, una mochila emocional, una mochila interior. Una que nos acompaña en nuestro diario vivir y donde podemos llevar herramientas que nos ayuden: Cosas como la experiencia, el conocimiento aprendido, los valores, las convicciones. Artículos muy necesarios para enfrentar el mundo en que vivimos.

Pero hay te va la parte fea.

A veces llegamos a un punto de nuestra vida en que tenemos que “echarle un ojo” a nuestra mochila emocional para darnos cuenta que traemos algo que está pesando demasiado y la realidad es que NO lo necesitamos en nuestro viaje.

Es increíble como algunos artículos como nuestro pasado o los errores que cometimos atrás ocupan un gran lugar en la mochila. Otras veces nos podemos dar cuenta que vamos cargando con un resentimiento muy bultoso que tenemos contra algún pariente que nos hizo algo que nos dolió y que como decidimos no perdonar ocupa un buen lugar en nuestra mochila emocional.

Y la lista no acaba: Podemos llevar en nuestra mochila a los padres, a los hijos, a los hermanos, al presidente, al que no te toco el claxon en el tráfico, al compañero de trabajo que te cae re-gordo, podemos llevar también ese secreto que nunca le has contado ni le contarás a nadie.

¿Te imaginas el viaje de una persona cargando con tanto “tilichero” por la vida?

Este día quiero invitarte a que le “eches un ojo” a tu mochila emocional y revises si vas cargando algún artículo que sea totalmente innecesario para tu vida.

Recuerda que la vida es un viaje tan extremo, que se debe vivir “de mochilazo” no cargues tilichero.